Estamos pensando diferente para poder hacer diferente, estamos convirtiendo nuevas ideas en valor.


Es una pregunta que últimamente escuchamos cada vez más seguido por parte de los directivos de las organizaciones de LATAM.


Existe el mito que se es creativo o no se lo es. O se es creativo o se es metódico, se es innovador o se es riguroso. Cuando en realidad todos tenemos la capacidad de ser creativos, la creatividad es un modo de pensamiento, no tiene que ver con el coeficiente intelectual ni con el talento innato, es un hábito que podemos desarrollar y cultivar.


En el último año nos hemos encontrado con empresas y organizaciones que declaran en su visión, misión, valores, página web y conversaciones institucionales “ser innovadoras”.

Pero a la hora de preguntarles qué es para ellos la innovación? Para qué innovar? Y por qué deben innovar? nos encontramos con incertidumbres, dudas y respuestas erráticas.

 Y esto no está ni bien ni mal, simplemente ocurre. Para quienes están en esta instancia, es un muy buen primer paso hacerse estas 3 preguntas y responderlas con claridad y conciencia, asegurándose que la dirección, los gerentes, mandos medios y colaboradores, comprendan y adhieran.